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Aunque pudiera
parecer que tenemos
abundancia de agua, la
cuidamos para no
ensuciarla, por lo que
tenemos nuestra propia
planta de tratamiento de
aguas residuales, donde
las aguas de servicio
son tratadas con
procesos naturales.
Productos biodegradables son usados en el lavado de ropas y mantelerías. Producimos los jabones que les entregamos a nuestros huéspedes para garantizar su procesamiento y desintegración, además que resultan agradables y estimulantes.
Los desechos
de alimentos son
manejados para su
utilización como
abono orgánico.
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Aprovechamos toda la fruta que
se produce en los alrededores
–mango, papaya, nance,
tamarindos, guanábana, guayaba-,
procesándolas como mermeladas,
conservas y dulces, utilizando
los excedentes en la
alimentación de la fauna que
criamos –es y pescados-. |
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De alguna manera,
nuestras instalaciones
se encuentran a menos de
5 kilómetros de la
“madre de la luz” como
le dicen los habitantes
locales a las
instalaciones de lo que
es la primera planta de
producción eléctrica del
país, pero ni ellos ni
nosotros contamos con
energía eléctrica
convencional, por lo que
le damos preferencia en
la iluminación nocturna
de nuestras
instalaciones, a la
romántica luz de
veladoras que producimos
a base de cera de abeja.
Hace muchos años, todo
el territorio alrededor
era una gran selva llena
de animales. Ahora
tenemos que trabajar muy
duro para reforestar,
sobre todo en el lado
oriental del lago.
Nuestra
filosofía en este
sentido se resume:
Nosotros vemos en la
actividad turística el
motor económico que nos
permite trabajar en la
conservación de los
ambientes naturales.
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